Los Carotenos, y más especialmente dentro de ellos, los betacarotenos presentes en el mundo vegetal, de pigmentos rojos, anaranjados y amarillos principalmente , son precursores liposolubles de la vitamina A, es decir, se convierten en ella mediante reacciones enzimáticas. La mayoría de los carotenoides tienen un papel antioxidante en ciertas condiciones. El beta-caroteno está presente en las frutas, verduras y granos. También se puede hacer en el laboratorio.

Betacarotenos

Su absorción, requiere de todos los elementos para la absorción de la grasa: ácidos biliares, enzimas pancreáticas e integridad de la mucosa intestinal.  Por lo que su alteración a cualquier nivel, lleva a su descenso en el nivel sérico. Niveles bajos de betacarotenos, van de la mano (habitualmente) con niveles bajos de absorción de las grasas. Las grasas se absorben a través de nuestra mucosa intestinal, por tanto, a mayor daño intestinal, mayor malabsorción de las grasas, y con ello, se produciría un descenso del nivel de betacaroteno en sangre.

La Enfermedad Celíaca, produce malabsorción intestinal, derivada de la atrofia vellositaria producida por la ingesta de gluten, que daña las vellosidades intestinales y con ellas, nuestra capacidad de absorber y asimilar diferentes nutrientes para «alimentar» a nuestro organismo.  Uno de esos nutrientes es el Betacaroteno.

Si se sospecha de EC, es absolutamente recomendable y necesario, pedir en una analítica para diagnóstico de Enfermedad Celíaca, los betacarotenos, pueden ser, inclusive, la única prueba o señal que se pueda encontrar, para llegar a un diagnóstico acertado, ante otras pruebas, que en principio, pudieran dar negativas.

No es habitual pedirlos en una analítica para diagnóstico de EC, ya que siempre se suelen pedir anticuerpos, genética y biopsia duodenal, y tal vez, también es habitual que se pida vitamina B12 y ácido fólico, pero no los Betacarotenos, que son sumamente importantes como indicadores de malabsorción intestinal. Si aparecen bajos, es obvio que existe una malabsorción, y si existe malabsorción es lógico pensar en que «algo» la está produciendo.

La mayoría de celíacos están aún sin diagnosticar y sufriendo sin saber por qué, y puede ser una razón muy buena de que eso esté pasando, (entre otras razones), que no se estén haciendo las pruebas suficientes para su diagnóstico, entre ellas, ésta prueba que estamos tratando en esta entrada.